Me crié en Wymondham, un pequeño pueblo inglés, en un hogar cristiano con padres que servían en la iglesia. Sin embargo, no fue hasta que ya estaba casada y con mis propios hijos que entendí bien la oferta que Jesús nos hace de tener una amistad con Él. Desde ese momento, cuando ya vi que Jesús era real y que podía contar con Él de verdad, la vida ha sido como un viaje de aprendizaje y descubrimiento.
Llevo viviendo en España desde que conocí a mi marido, Joaquin en 1990. Cuando nuestros hijos eran pequeños, yo servía como voluntaria con los niños en una iglesia de habla inglesa. Allí, en esa situación, Dios empezó a abrir mi corazón hacia los niños españoles que no iban a la iglesia, niños que posiblemente nunca acudirían a la iglesia o escucharían el Evangelio. Finalmente intenté algunos mini proyectos para alcanzar a preadolescentes, y rápidamente vi que había oportunidad y necesidad entre ellos.
Así es como empezó todo. En esos momentos descubrí Young Life y su manera de alcanzar y servir a los adolescentes. Me pareció que la filosofía de Young Life encajaba muy bien para la cultura española además de con mi forma de ser. Desde entonces Dios me ha ido transformando y haciéndome crecer a mí y al ministerio aquí en este pueblo. He aprendido mucho sobre esperar en Dios y confiar en Él con mis debilidades, y Dios ha ido trayendo cada vez más adolescentes a mi vida, para mostrarles amor y cariño sin pedir nada a cambio; para invitarles a actividades divertidas, para invitarles a una comunidad de adolescentes que se aceptan y se apoyan entre sí, y para invitarles a considerar a Jesus y la posibilidad de ser Su amigo.
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Para llevar a cabo este gran proyecto al que he sido llamada me gustaría contar contigo como parte de esta aventura. Quiero que tú también tengas la oportunidad de formar parte de mi equipo.